Un día, el 5 de octubre de 2020 me faltó el aire.
Mis pulmones dejaron de respirar, mis motores empezaron a hacer ruidos, cada vez más.
Cuando iba, ya sin dudas, camino del final, un amigo, el Amigo Árbol, me insufló sus burbujas de oxígeno y en su calesa me llevó al Palacio de las Mariposas…
No sé cómo pero pensé en Antoine de Saint-Exupèry. A él se le estropeó el motor de su avión, a mí el motor de la ventilación.
Él escribió “El Principito”; yo este cuento metafórico, a fin de cuentas “mi principito”, mientras miraba para el techo de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Clínico de Santiago de Compostela.
Te invito a leer gratuitamente este pequeño cuento.
Descarga: Moteada y Amito se van de viaje
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